¿Cómo mantener relaciones saludables con mis padres?

Madre e hija

La psicóloga Sara Revilla, especialista en terapia familiar y de pareja y colaboradora de Alicia González Psicología, nos da algunas claves, desde el punto de vista de la terapia sistémica, para mejorar la relación con nuestros padres y mantener unas relaciones más sanas y saludables. 

Para algunas personas puede resultar sencillo responder a la pregunta «¿Cómo mantener relaciones saludables con mis padres? o estar seguras de cuáles son las estrategias que promueven mantener una relación saludable con sus padres. Sin embargo, también sucede lo opuesto. Las dinámicas familiares que pueden establecerse, en ocasiones, carecen de momentos agradables. Puede que los límites no estén claros, el vínculo no sea seguro y las emociones que priman mientras compartimos tiempo con nuestros padres se inclinen hacia el polo desagradable. Es por ello que podemos tener dificultades para que el tiempo que pasamos con nuestros padres sea de calidad.

Sabemos que no hay respuestas concretas a esta pregunta, ya que cada familia tiene sus propias reglas y dinámicas. Sin embargo, desde la Terapia Sistémica sabemos que realizando cambios en un miembro del sistema puede hacer que el sistema cambie. También, sabemos que, si ha habido negligencia o maltrato en nuestras experiencias tempranas y/o en nuestra adolescencia, desde el adulto necesitamos hacer un trabajo más profundo para sanar nuestras heridas y es probable que lo que señalamos a continuación solo te sirva cuando hayas realizado ese proceso.

A continuación, queremos ofrecerte una serie de preguntas basadas en la Terapia centrada en soluciones, con el objetivo de que tras leerlas dediques unos minutos a reflexionarlas. Y a su vez, facilitar estrategias basadas en la investigación sobre el bienestar realizada por la profesora y psicóloga Sonja Lyubomirsky que, quizás, te ayuden a promover cambios para que vuestra relación sea más saludable.

La primera pregunta es: “¿Cuándo ha sido la última vez que has dado un abrazo a algún miembro de tu familia?” Los abrazos son una poderosa fuente de conexión emocional y, a veces, con las prisas, la rutina, los rencores enquistados, las diferencias… nos olvidamos de darlos y recibirlos.

La segunda pregunta es: “¿Qué recuerdo en familia hace que te rías?” La estrategia de rememorar momentos del pasado es una buena manera de fomentar emociones agradables. Puedes usarlo para abrir tema de conversación y romper el silencio incómodo que a veces se puede producir.

La tercera pregunta que te lanzamos es: “¿Qué es lo que más admiras de tus padres?” Qué difícil nos puede resultar a veces decir una cualidad positiva a nuestros padres. Es como si por dentro algo nos frena a que de nuestra boca salgan palabras de admiración, cariño y orgullo. El elogio es una potente herramienta para romper las dinámicas basadas en señalar los defectos o carencias. Reconoce lo que te gusta de tus padres y prueba a verbalizar las cualidades positivas que ves en ellos.

Y, por último, “¿Qué te gusta hacer en familia?” La estrategia de dedicar tiempo puede sonar muy básica, pero a veces la descuidamos. De nuevo, nos dejamos llevar por la rutina y el tiempo que dedicamos a estar con nuestros padres puede carecer de calidad. Te sugerimos que apartes los dispositivos electrónicos, y reserves unos minutos para charlar, pasear o tomar un aperitivo en el que os miréis a los ojos.

Esta es la teoría, ¿quieres darte la oportunidad de llevarla a la práctica? Pon atención y observa si tras su repetición la relación con tus padres mejora.

Psicóloga sanitaria.

Escrito por: Sara Revilla

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