¿Tienes una mala relación con la comida? ¿Comes por ansiedad? La psicóloga Beatriz Latorre, experta en trastornos de la conducta alimentaria, nos da unos cuantos consejos para mejorar nuestra relación con la comida. Además, reflexiona alrededor del papel de la comida y la alimentación en nuestra sociedad, de la comida como regulador de conflictos emocionales y su relación con los estereotipos estéticos e ideales de belleza. ¿Por qué han aumentado los trastornos de la conducta alimentaria? ¿En qué momento debemos acudir a terapia?
En los últimos años, se ha observado un aumento considerable de las conductas alimentarias. De hecho, los Investigadores del Institut per a la Recerca a l’Atenció Primària Jordi Gol (IDIAPJGol) han identificado en un estudio que la incidencia de los trastornos de conducta alimentaria (TCA) se ha duplicado entre chicas de 10 a 19 años tras el confinamiento por la pandemia de la COVID-19. Por otro lado, una nueva investigación publicada en JAMA —la más grande hasta la fecha— avisa de que uno de cada cinco niños y adolescentes en el mundo sufre desórdenes alimentarios.
¿Qué es la alimentación para el ser humano? La alimentación va más allá de adquirir los nutrientes necesarios. Desde que somos bebés generamos vínculos mediante la alimentación. La madre alimenta al bebé mientras se realizan múltiples muestras de cariño como caricias, palabras bonitas, etc, ofreciendo seguridad, cubriendo tanto las necesidades fisiológicas como emocionales. En este momento el sujeto asocia el alimento al alivio, la seguridad y la satisfacción.
En el ámbito social, la comida tiene un papel muy relevante, ya que la comida es como un símbolo de unión y celebración. Debido a su rol social, cabe recalcar que la comida es un vínculo que podemos crear para regular nuestros conflictos emocionales, afectividad o ansiedades, teniendo en cuenta que esta relación puede conllevar la renuncia de la ingesta, en forma de atracones, o en la compulsión al comer. Estas conductas, sumado a los estereotipos estéticos e ideales de belleza a los que nos vemos sometidos en muchas ocasiones por la sociedad, puede llegar a provocar un trastorno de la conducta alimentaria.
¿Qué puedo hacer si siento malestar ante mi relación con la comida?
-Demora los tiempos entre el impulso y la conducta de comer.
-Actividades alternativas a comer y que sean igual de placenteras.
-Conoce tu cuerpo y diferencia los estilos de hambre, ansiedad, aburrimiento o necesidad.
-Reconocer e identificar las emociones con las que te estás relacionando en esa comida. Es importante analizar si se está produciendo un hambre fisiológica o un hambre emocional, de esta manera podremos intervenir adecuadamente en relación con la regulación de dicha emoción.
-Atención plena durante el proceso, focalizarse en olores, sabores, texturas, evitando de esta manera la ingesta acelerada.
-No olvides consultar con un profesional en caso de que sientas que tus pensamientos por la alimentación ocupan una parte importante de tu día a día y sientas pérdida de control ante tus actos alimentarios, también cuando haya una disminución considerable de nutrientes o hagas ingestas compulsivas, así como problemas fisiológicos derivados de esto, será importante acudir a un psicólogo y fomentar una colaboración íntegra con otros profesionales de la salud como nutricionistas.