Constantemente nos llega información sobre lo mucho que tenemos que querernos a nosotros mismos. Escuchamos muy a menudo que en el caso de no querernos va a ser muy difícil identificar y valorar el amor que los demás nos pueden dar. Sin embargo, hay una serie de aclaraciones que me gustaría comentar antes de mencionar determinados consejos para aumentar ese amor propio. Un bebé no viene al mundo queriéndose a si mismo, un bebé va creciendo y construyendo su amor en función de sus aprendizajes y el amor que los de alrededor, ya sea familia y otros contextos que le rodeen, le puedan demostrar. Es ahí donde se construyen los dos términos principales que más vamos a trabajar en el proceso terapéutico.
Autoconcepto: es la imagen que tenemos de nosotros mismos y se forma a partir de cómo nos vemos nosotros y cómo creemos que nos ven los demás, formado fundamentalmente por la información externa que recibimos. En este concepto encontramos tres subtipos de “yo”: El yo actual (como creemos que nos vemos y valoramos) el yo desde fuera (como creemos que nos ven) y el yo ideal (como me gustaría mostrarme en el futuro, esto va dirigido a las metas y objetivos).
Autoestima: esta es el resultado emocional que surge desde la aceptación del autoconcepto y si nos sentimos satisfechos con él.
Ambos conceptos son muy importantes a la hora de construir una base segura con nosotros mismo para enfrentarnos a los conflictos, sobre todo emocionales, que surjan en nuestra vida.
Es por eso, que en función de ambos términos, en nuestra vida adulta podemos tener dificultades para valorarnos a nosotros mismos y querernos. Lamentablemente, no siempre vamos a tener personas a nuestra vera que nos ayuden a este aumento de autoestima, por ello, es importante el compromiso que tenemos con nosotros mismos para reforzarnos y querernos como necesitamos y merecemos. Aunque esto no siempre sea sencillo, comento 3 sugerencias fundamentales por las que podemos empezar a trabajar en nuestro amor propio:
- Autocuidado: ¿Qué es lo que necesito? Es la pregunta clave para trabajar en el autocuidado, haciendo una revisión a nuestras necesidades, tomando actividades, conductas y acciones que favorezcan nuestra salud tanto física como psicológica. Tenernos en cuenta de esta manera nos permitirá tener un gesto de amor propio.
- Autocompasión: este término hace referencia a perdonarse, tener palabras de agradecimiento y valoración hacía uno mismo, sobre todo, cuando sentimos que “no estamos haciendo las cosas bien”. Tendemos a castigarnos a nosotros mismos cuando cometemos “errores” pero ¿le dirías a una amiga que es una inútil? Es el momento de cambiar nuestra manera de hablarnos, abrazando nuestro pasado y haciendo una valoración objetiva de nuestras circunstancias.
- Las relaciones: como se ha mencionado anteriormente, no podemos obviar, que la información que recibimos del exterior no nos pueda perjudicar. Sería irrealista plantear que lo que nos dice un amigo o una pareja no nos vaya a afectar. Debido a esto, en ocasiones es necesario realizar un análisis de como están siendo nuestras relaciones, desde donde nos estamos comunicando y como nos hace sentir dicha relación. Al rodeamos de personas que nos falten al respeto y nos hagan sentir constantemente insuficientes, la autoestima se puede ver gravemente perjudicada. Romper vínculos también es una forma de darnos amor propio.
En caso de que estas sensaciones sea intensas y difíciles de gestionar siempre puede acudir y pedir asesoramiento a nuestro equipo. Ir al psicólogo es una muestra de amor propio.
1 comentario en “Tips para subir el amor propio”
Muy útil y sencillo! Una forma de resumir y simplificar un tema a veces tan abstracto como la autoestima para que no se haga bola.
Está súper bien escrito además.
Gracias por este contenido.