¿Cómo identificar una relación tóxica?

La psicóloga Beatriz Latorre, colaboradora de Alicia González Psicología, reflexiona sobre las red flags y las relaciones tóxicas y nos da unos cuántos consejos para aprender a identificar una relación tóxica.

En las redes sociales se está observando mucho las conocidas a día de hoy red flags. Esas banderas rojas que teóricamente nos indica cuando NO debemos de estar con una persona y cuando algo es “tóxico”.

Una de las cuestiones que define cuando algo es realmente una bandera roja o nos encontramos ante unas dinámicas tóxicas, es la regularidad o la frecuencia con la que suceden esas conductas. Todos en algún momento podemos llegar a tener comportamientos que se consideren, desproporcionados, inapropiados o lleguen a hacer sentir a otras personas infravaloradas. La importancia reside en darnos cuenta de donde están naciendo ese comportamiento en esos momentos, ser conscientes de nuestra conducta y plantear alternativas o cambios. Sin embargo, cuando esos comportamientos lejos de querer y de poder plantear cambios con respecto a ellos, se convierten en algo recurrente sin vislumbrar un ápice de cambios, es cuando estamos ante una dinámica “tóxica”.

Por ejemplo, en un momento de enfado hay un día que uno puede alzar la voz más, no obstante, si una persona SIEMPRE que se enfada opta por el grito y las humillaciones, estamos hablando de que esa persona tiene ese mecanismo de manera regular su enfado y por lo tanto, sería necesario que valorase otras maneras de regularse emocionalmente. Lamentablemente, no siempre las personas plantean hacer dichos cambios, porque para ello se necesita la conciencia de que algo está fallando. La esperanza de que esta persona genere cambios en sus comportamientos es lo que permite el anclaje a  la posibilidad de introducirse o mantenerse en una relación “tóxica”.

¿A qué nos referimos con una relación tóxica?

Hace referencia a aquellas relaciones, tanto familiares, sociales como sentimentales que nos pueden causar un gran malestar y sufrimiento. Se identifica desde un desgaste emocional intenso en el que se percibe una desigualdad significativa entre las personas con respecto a la implicación emocional y de comprensión.

¿Cómo puedo identificar una relación tóxica?

  • Dependencia emocional: esta dependencia se observa cuando se ponen las emociones propias en las manos de la otra persona. Es decir, en función de las conductas y acciones de uno de los miembros, dependerá las emociones del otro miembro, llegando a justificar los actos desproporcionados de la otra persona. En muchas ocasiones se encuentran en esta dinámica el rol de sumiso y dominador, este último aprovechará la dependencia emocional para controlar y manipular.
  • No hay límites establecidos: en este tipo de relaciones se observa como la persona que tiene un rol más sumiso, tiene la obligación de tener muchos límites en su vida, con respecto a la forma de vestir, su entorno social etc, mientras que el papel dominador carece o se ofende en gran escala cuando se le plantea establecer algún límite.
  • Necesidad de aprobación: esto sucede cuando existe una idealización ante la persona dominadora y se muestra una gran inseguridad de estar haciendo las cosas bien por parte de la persona con el rol sumiso, quien tendrá la necesidad de que todos sus actos pasen antes por el filtro de la otra persona.
  • Reacciones desmesuradas: la ley del hielo, el silencio castigador, enfados desproporcionados, insultos, vejaciones, desprecio o indiferencia son algunas de las
  • reacciones que si un miembro de la relación tiene indican una falta de madurez emocional.
  • Falta de empatía y escucha: son características básicas en las que sientes que la otra persona no está haciendo nada por comprenderte ni llegar a acuerdos para poder satisfacer las necesidades que se tengan en la relación, llegando incluso a mostrar rasgos de la personalidad narcisista, caracterizado por la ausencia de autocrítica.

Si se identifican estos factores en cualquiera de tus relaciones, es importante que plantees cambios serios e incluso a veces radicales con esos vínculos. No siempre es fácil tomar dichas decisiones y poder gestionar todo lo que ello conlleva, por eso, acude a un profesional de la salud mental que pueda valorar de manera más personalizada y adecuada tu caso para ofrecerte la ayuda que necesitas. Puedes pedir cita con nosotras desde aquí.

Psicóloga sanitaria.

Escrito por: Beatriz Latorre

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